La película de lubricante

Gestión lubricación | Servicios

Jul 19, 20210 Comentarios

SITUACIÓN

Lubricar es introducir un elemento entre dos superficies en movimiento relativo, a fin de evitar el roce (fricción) entre estas y, por ende, el desgaste. La cantidad de lubricante que logra introducirse entre las superficies se esparce a lo largo de la zona de carga a la que está sometido el sistema, formando una película delgada, la cual se conoce como película de lubricante. Esta película suele ser tan delgada como 20 μm de espesor o menos. Para ponerlo en perspectiva, acabo de medir el espesor de una hoja de papel de un libro que tenía a mano: 100 μm.

Para que la lubricación sea óptima se debe dar un equilibrio entre tres variables que gobiernan el comportamiento de la película, la velocidad y la carga a la que está sometido el sistema, así como la viscosidad del lubricante. Este equilibrio tiene enemigos que afectan a una u otra variable, con consecuencias desastrosas.

La temperatura produce cambios en la viscosidad del lubricante. Si la velocidad y la carga son constantes y la temperatura es baja, la película puede producir patinado. Si la temperatura es muy alta, se puede producir el adelgazamiento de la película, formando un régimen de lubricación límite, en el que se haga presente el contacto metal-metal.

Si la viscosidad y la carga son constantes, pero la velocidad varía se crea la lubricación límite. En los arranques y paradas de la máquina la película pierde su capacidad. “Una persona haciendo esquí sobre el agua tirado por una lancha, si la lancha se detiene, la persona se hundirá al perder también su velocidad”, de igual manera al detenerse una máquina, por ejemplo, un motor, el efecto de esquí que poseía el eje se pierde, descansando el eje sobre el cojinete. Al ponerse en funcionamiento, la lubricación arranca siendo límite, hasta que nuevamente el lubricante ocupa el lugar entre el cojinete y el eje formando la lubricación completa. Estos constantes arranques y paradas que puede tener un motor en una aplicación determinada son peligrosos, pues en el constante paseo por la lubricación límite-mixta-completa se puede llegar a perder material de los componentes del sistema.

Si la carga es muy grande sacará al lubricante de la zona de contacto, produciéndose también un peligroso roce, el cual produce desprendimiento de material, que no se queda sin hacer nada, ese material se convierte en una partícula que convertirá el lubricante en un material abrasivo, que terminará siendo enemigo del sistema.

Hablando de la temperatura, esta está presente en toda generación o cambio de energía, así que, en todo proceso productivo, toda máquina genera temperatura. El proceso mismo de lubricación genera temperatura, bien sea por la fricción de las partes, o por la fricción fluida, que es un efecto del lubricante en su lucha por separar los componentes en movimiento, el sistema siempre estará atacado por la temperatura. Por eso, es necesario que el lubricante usado cumpla con la viscosidad y el índice de viscosidad necesarios para mantenerse lo más indemne posible ante los cambios de la temperatura que produzca la operación. Aquí surge un nuevo término es el índice de viscosidad, que es una medida del cambio de la viscosidad con respecto al cambio de la temperatura, así un lubricante con mayor IV tendrá mayor estabilidad ante los cambios que pueda presentar la temperatura a la que es sometido.

Los contaminantes que ingresen al sistema, muchas veces de la mano del lubricante, son otro problema que lucha contra la estabilidad de la película de lubricante, ya que es la principal causa de deterioro del lubricante. Partículas más pequeñas que el espesor de la película, entran a la zona de carga, y debido a la velocidad del sistema se convierten en un material abrasivo, que como una lija “atacan las superficies creando un desgaste que se ve empeorado por las partículas desprendidas, que ahora son parte del abrasivo”.

El agua es la segunda causa más común del deterioro del lubricante. En cuanto a la película, la presencia de agua la debilita, disminuye su resistencia, así que, en las condiciones de velocidad, carga y temperatura normales de trabajo de una película de lubricante, esta fallará a causa del agua.

Ante tantas situaciones de riesgos a la que puede exponerse el lubricante, y esto, nombrando sólo algunas, nos debe hacer ver que el trato que se le ha dado en la industria a la gestión de lubricación es bastante criticable, y más cuando el daño de los equipos que tienen que ver con problemas de lubricación a nivel mundial se aproxima al 50%.

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